Innovar no es tan difícil: cómo convertir la creación de nuevos servicios en una rutina estratégica

La clave está en entender que la innovación no es una fase puntual del plan estratégico, sino una práctica que debería formar parte del día a día de cualquier equipo directivo.

¿Cuándo tiene sentido crear un nuevo servicio?

La decisión de lanzar un nuevo producto o servicio no debe basarse en modas ni en impulsos. Tiene sentido cuando confluyen varias condiciones estratégicas:

1. Necesidad del cliente
   • Cuando se detecta un problema real que el mercado no resuelve bien.
   • Cuando los clientes muestran insatisfacción o necesidades emergentes no cubiertas.
2. Cambios en el entorno
   • Nuevas tendencias sociales, tecnológicas o normativas.
   • Cambios de contexto como la digitalización, la sostenibilidad o nuevos hábitos de consumo.
3. Limitaciones del portafolio actual
   • Productos o servicios que han llegado a su madurez.
   • Dependencia excesiva de una única línea de negocio.
4. Capacidad interna
   • Disponibilidad de talento, conocimiento y recursos para sostener la novedad.
   • Equipos preparados para explorar, probar y pivotar si es necesario.
5. Visión estratégica
   • El nuevo servicio debe conectar con los valores y la visión del despacho.
   • Debe reforzar el posicionamiento deseado en el mercado.