DONDE PONER EL FOCO

Aunque seamos un pequeño despacho, y a pesar de que la falta de tiempo nos obligue a improvisar para ir solucionando problemas sobre la marcha, no tenemos excusa para no planificar y pensar en la gestión y dirección de las personas que trabajan en nuestra firma.

En la mayoría de sectores (hoteles, taxis, telefonía, música, muebles, prensa, editoriales, librerías, informática, comercio…), en los últimos quince o veinte años, los modelos de negocio han cambiado y continuaran cambiando. En el sector de los despachos profesionales aparentemente, si se observa solo la superficie, el modelo de negocio continúa igual, pero ¿es realmente cierto?

Actualmente la mayoría de directivos del sector cuando visionan el futuro de sus organizaciones, la percepción que tienen es la de imprevisibilidad e incerteza, tanto en lo que respecta a su entorno como en lo que respecta al futuro en general.

Imaginemos un disco enorme, pesado, de metal macizo y montado horizontalmente sobre un eje y con un peso de más de dos mil kilos. Imaginemos que tenemos que conseguir que el disco gire alrededor del eje lo más rápidamente posible y durante el mayor tiempo posible.

El año 2017, en general, fue bueno para la mayoría de empresas y despachos. El 2018 todavía puede ser mejor pues hasta la fecha todos los indicadores económicos apuntan a que será un buen año.

Lo que escribiremos a continuación sobre la innovación, está sacado de la opinión de 25 directivos del sector, que se reunieron para debatir acerca del futuro de sus despachos y sobre la innovación. No hemos querido interpretarlo, ni darle forma. Tan solo lo hemos ordenado por grandes conceptos, y seguidamente hemos intentado recoger la opinión literal de todos ellos. Por ese motivo lo hemos titulado el mapa mental de la innovación en los despachos profesionales.

En breve, durante el próximo mes de abril, se presentará el 10º estudio del Observatorio del despacho profesional, en el cual hemos tenido el honor participar. Este año más de 700 asesorías de toda España nos han facilitado sus opiniones.

El título de esta editorial define una realidad que ha marcado la evolución del sector de los despachos profesionales de los últimos treinta años. Sin embargo esto hoy en día ha cambiado, pues para dirigir un despacho no basta con ser un buen asesor, es necesario ser también un buen empresario o directivo

Sin lugar a dudas la crisis económica marcó un antes y un después en la mayoría de sectores, y por supuesto también en el de despachos profesionales, en donde se ha notado el cambio tanto en la forma de ejercer la profesión como de relacionarse con los clientes.

¿Por qué se distingue una firma excelente de las otras? No podemos hablar de un motivo u otro concreto, pues son diversas las características que marcan la diferencia. Aunque ya hemos hablado en otros ocasiones de los principios y características de una firma excelente, no está de más que volvamos a insistir en ellos, pensando en el 2018. Antes de hablar de la excelencia empresarial en la asesoría, hay que empezar por definirla.

Partiendo de algunas ideas de David Maister, intentamos analizar en qué consiste ser líder. Precisamente éste es uno de los problemas al que tiene que hacer frente el titular de las asesorías, que empezó como asesor, y que con el tiempo se ha visto obligado a actuar como un líder. Nadie le ha enseñado a serlo, pero la organización que dirige le exige a voces que lo sea.

Sin lugar a dudas, en estos dos últimos años los despachos profesionales empiezan a ver que la crisis ya se ha superado y que el escenario o políticas de retribución que antaño funcionaban ahora ya no sirven para retener sobre todo a los nuevos profesionales (“millennials”).