CARRITO

¿Los despachos profesionales en los próximos 10 años?

Jordi Amado Guirado
Jordi Amado Guirado
19/03/2015

Los despachos profesionales españoles están sobreviviendo a la actual coyuntura económica a pesar de las dificultades. Lejos de las cifras negativas de algunos sectores de actividad empresarial en nuestro país, en general los despachos profesionales han sabido reconvertirse para capear el temporal de la mejor forma posible.

Los años 2011, 2012 y 2013 estuvieron marcados por los reajustes que llevaron a cabo la mayoría de despachos profesionales, incluyendo también a los grandes bufetes nacionales, para lograr ser más competitivos y más rentables, esperando mejores tiempos. Se redujeron ampliamente las plantillas, “salieron” socios poco rentables o poco competitivos, se cerraron divisiones u oficinas, se recortó de forma drástica la promoción a socio de cuota en muchas firmas y finalmente también se produjeron y todavía continúan realizándose fusiones e integraciones entre despachos para ganar tamaño y rentabilidad.

De todos modos, las dificultades por las que están pasando las firmas están allí, y les está costando muchísimo esfuerzo poder salir adelante. Por el camino ha quedado mucha gente y se han tenido que replantear muchas cosas. Sin duda el que ha podido aguantar esta situación acaso ha salido más reforzado, puesto que ha podido comprobar en su organización cuáles eran sus puntos débiles y cuáles los fuertes (que son precisamente los que les han permitido salir adelante). De todo se aprende, pero ciertamente habrá de pasar mucho tiempo hasta que los despachos vuelvan a ser lo que eran. Y esperemos que salgan reforzados.

Ante este panorama, muchos clientes nos preguntan: Y ahora, ¿qué podemos hacer para poder sobrevivir y competir en los próximos años?

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Sin pretender ser adivino, solo viendo lo que están haciendo algunos despachos que están creciendo y obteniendo buenos resultados, me atrevería a destacar las siguientes recomendaciones:

  1. Conocer nuestro entorno. No se puede gestionar un despacho sin conocer lo que están haciendo nuestros competidores, debemos tener referentes a los que compararnos para poder mejorar y cambiar. En definitiva es importante tener una idea muy clara de cómo está funcionando el sector en la actualidad y cómo lo hemos hecho nosotros. Son tiempos de cambios y es nuestra obligación estar informados y conocer las tendencias. Sólo así tendremos capacidad para reaccionar, aprender y mejorar.
  2. Establecer alianzas: tenemos que fortalecer nuestras relaciones con otros despachos a través de redes nacionales o internacionales, alianzas, convenios de colaboración. La unión entre los profesionales con el fin de ofrecer servicios más competitivos y que logren satisfacer la demanda del cliente es una cuestión de pura supervivencia que no puede limitarse a los despachos grandes y medianos. Ahora ha llegado el turno de los pequeños. Estas alianzas también pueden y deberían extenderse a otras especialidades, como por ejemplo: recursos humanos, marketing, tecnología, logística, comercio exterior, etc. Cada vez más tenemos que convertirnos en facilitadores de servicios de apoyo a nuestros clientes.
  3. El uso de las nuevas tecnologías: sobre este tema se ha hablado tanto que prácticamente ya se ha convertido en un tópico, y parece que reiterar e insistir sobre este tema genera escepticismo. Pero les puedo asegurar que lo que estamos viendo en estos dos últimos años sobre las plataformas y formatos de facilitar información financiera, laboral y contable a las empresas, es tan espectacular que se me hace difícil imaginar un futuro para aquellos despachos que ignoren estas tendencias. Existe un informe McKinsey Quartely que tiene una credibilidad única e indiscutible donde afirma que lo que estamos viendo ahora (internet, conectividad. movilidad) va acelerarse todavía de forma más vertiginosa, gracias a la inteligencia artificial.
  4. Incrementar las relaciones sociales: el uso de las redes sociales lo facilita de forma extraordinaria, pero con esto no es suficiente, ahora más que nunca son los profesionales los que tienen que ir a buscar a los clientes. Hay que salir a la calle, así como asistir a eventos, seminarios y charlas. para aprender y conocer el negocio de nuestros clientes y el mundo de la empresa.
  5. Buscar nuevas fórmulas de fidelizar a los clientes: algo que siempre se ha dicho y que también suena a tópico, pero que continuara siendo vigente en los próximos años. No es suficiente con ofrecer un buen servicio, ha de ser excelente, y hemos de dar valor a la relación con el cliente. Algunos despachos esto ya lo tienen muy claro y van mucho más lejos, como por ejemplo fomentando la relación entre los mismos clientes, ayudándoles a crecer y evolucionar. Este tipo de iniciativas son muy valoradas, y además nos puede generar un gran retorno relacional y de conocimiento.
  6. Cuidar los equipos y la comunicación interna: nos repetimos, pero es y continuará siendo muy importante en los próximos años. Los despachos que tienen buena comunicación interna, fijan objetivos, diseñan carreras profesionales y transmiten a su personal la situación real del negocio se encuentran en mejores condiciones para mantener a sus profesionales comprometidos con el mismo, en definitiva se trata de conseguir equipos que ayuden a mejorar la vida de los clientes. Eso es, ni más ni menos, el valor añadido del despacho.
  7. No dejar de profundizar y aprender en nuestra especialización. No podemos olvidarnos de reflexionar y preguntarnos en que somos buenos, y en nuestros puntos fuertes. Una vez lo tengamos claro pongámonos a trabajar en ofrecer un servicio perfecto y puntual, y si somos muy inconformistas, intentemos además ser diferentes en la prestación de nuestro servicio. Esto es aplicable a cualquier especialidad, sea en servicios de asesoría fiscal o laboral, por poner un ejemplo basado en las áreas más tradicionales del despacho.
  8. Establecer unos objetivos bien definidos y trabajar con presupuestos. Han de ser solo unos pocos objetivos, estratégicos clave (tres o cuatro) acordes con nuestra situación y perspectivas de futuro y, a partir de ahí, desarrollar con el compromiso de todos los miembros del despacho una estrategia dirigida a la consecución de los mismos. Apoyándonos además con unos presupuestos anuales, de ingresos/gastos y de tesorería, donde podamos controlar las desviaciones y la caja/cobro. Es importante facturar, pero sobretodo es todavía más importante cobrar a tiempo.

Sin duda los próximos años no serán fáciles, pues el entorno cada vez es más inestable e imprevisible, pero eso no significa que no exista un futuro prometedor y esperanzador para el sector, pero nos lo tendremos que “currar”.

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Jordi Amado Guirado

Socio fundador y director de Amado Consultores. Licenciado en Económicas por la Universidad de Barcelona (UB). Economista miembro del Colegio de Economistas de Cataluña y del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF). Lleva más de 25 años asesorando y colaborando con despachos profesionales (asesorías y firmas de abogados) y con empresas vinculadas al sector profesional (Mutuas, Compañías de Software, Editoriales, Entidades financieras, Colegios y Asociaciones profesionales). Ha escrito y publicado numerosas obras y artículos sobre gestión y dirección de despachos, en total más de 15 obras y más de 150 artículos en prensa y revistas del sector.

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